Cuando huele a cuerno quemado (I)

Cuando huele a cuerno quemado (I)

Bueno..... os pongo en antecedentes rápidamente.

Conocí a Paolo hace mil años, bien, él estaba con una chica, Mary, su relación no iba viento en popa y terminaron. Aunque eso no detenía a Mary de meterse en casa de Paolo y tirárselo de vez en cuando. A todo esto, Paolo se estaba tirando a otra tía, porque para él, su relación con Mary había ya terminado. Como culmen, entro yo en escena, Paolo me conoce justo en el período en que Mary intenta reconquistarlo pero él se queda coladito por mí. 

Ellos hablaron y él le confesó que estaba hasta las trancas por mí y que iba a hacer los posible por estar conmigo, un millón de años después, llegamos al día de hoy, Paolo y yo casados y con prole y todo. 

Pues estaba ocupada trabajando con el portátil, cuando su teléfono sonó, estaba justo al lado mía, era un whastapp. No me gusta cotillear quien le escribe y con quien tiene comunicación, paso de esas cosas, me parece de celosa, y no me considero como tal. Pero no puedo evitar que el ojillo se me vaya solo por saber quien es. Un nombre me llamó la atención: Whatsapp de Mary

¿Cómo? ¿desde cuándo se escriben? a ver que a mi me da igual que se escriban, pero que mínimo que me lo comente, ¿no? pues no, él no me dice nada. 

Claro como no quiero quedar como la típica esposa loca perdida, le dejo a él tiempo para que sea quien venga a mí, pero van pasando las horas y eso no sucede. Y añadimos un elemento nuevo: le quita el sonido al teléfono, ¿perdona? ya me estás tocando los cojones un poquito Paolo.

(Continuará)